Luz Darriba

Navegar es preciso, vivir no es preciso

Cumulum

Porque sólo lo efímero permanece

  • Fecha: mayo a setiembre de 2000
  • Lugar: Lugo, España

El verdadero lugar de nacimiento es aquel donde por primera vez nos miramos con una mirada inteligente; mis primeras patrias fueron los libros.

Memorias de Adriano, Marguerite Yourcenar.

Cumulum constituyó el punto de partida para apuntalar la candidatura del monumento a patrimonio de la humanidad por la Unesco, hecho que ocurrió en noviembre de ese mismo año. Cumulum, muralla de Libros (mayo a setiembre de 2000) fue una instalación con 659.000 libros recorriendo todo el contorno de la Muralla Romana de Lugo, de la que participaron alrededor de cinco mil personas. Cinco mil nombres que me gustaría representar en Virtudes, Alicia, Beatriz, Andrés y su familia, Amadora, Dora, Xoán, Xosé, Noli, Analía, Amaia, Alejandro, Manuel Lamas, Suso, Julia, Zeltia, Alfredo, Enrique, Gerardo, Eusebio, Jenaro Lamas (especialmente Jenaro Lamas), Arturo Vaquero, Suso Varela, Juan Antonio, Micaela, Aymará, Ticiana, Marcos Parga, los internos de Monterroso, Bonxe, Paradela, los alumnos y docentes de los colegios e institutos de Galicia, la Universidad de Santiago de Compostela, la gente de SEUR, las y los trabajadores de los medios de comunicación, las editoriales, Museos, Fundaciones, Asociaciones, empresas, Instituciones Públicas y privadas... Un numeroso y fiel grupo de vecinas y vecinos fue colocando en la estructura mallada de la muralla durante cinco meses, los libros envueltos en plástico, uno a uno, por internos de tres centros penitenciarios de Galicia.

Esta primera intervención pública toma el testigo de las obras creadas de forma totalmente pionera por la artista argentina Marta Minujín, los envolvimientos de Christo y Jeanne Claude y las acciones de las Madres de Plaza de Mayo. La repercusión de este trabajo fue enorme y captó la atención de la UNESCO, responsable de adjudicar el preciado patrimonio al monumento. Muchas editoriales de todo el estado, pequeñas y grandes (148), donaron libros. Colegios e institutos de toda Galicia recolectaron libros, así como bibliotecas y Servicios de Publicaciones como el de la Universidad de Santiago de Compostela. Se recogieron en poco más de un mes alrededor de un millón de libros que la UNESCO seleccionó, una vez desinstalados del monumento, para enviar a diferentes programas de alfabetización e incentivación de la lectura en América latina.

Cumulum no recibió fondos del erario público y pudo realizarse gracias a múltiples micromecenazgos. Cumulum pretende inscribirse dentro de unas formas de arte alejadas del consumo, que no puedan poseerse individualmente para que todas y todos dispongan de la posibilidad de gozarlas o rechazarlas, polemizar sobre ellas o participar de las mismas.


Cumulum