La actual crisis financiera sigue dejando una verdad al descubierto. Las cabezas de las mujeres aún continúan teniendo precio. El precio es muy bajo, el coste para la humanidad es altísimo. Los cuerpos de las mujeres son robados, esclavizados, explotados día a día por las mafias que trafican con seres humanos. No importa la edad, la procedencia, los rasgos físicos: cualquier mujer es susceptible de ser sexualmente explotada. Los cuerpos femeninos son diseccionados en las publicidades y la comunicación social. Se crea un sustento que legitima la compra y venta de mujeres en el mundo. El sistema completa su perversión con otro ser humano, un hombre, que consume a una mujer. Ninguna mujer nace para ser puta (como sostiene el colectivo Mujeres creando de Bolivia), sin embargo existe una legitimación social que admite exactamente lo contrario. Cortá por lo sano intenta desbaratar a través de la construcción colectiva, el discurso que justifica la posesión del cuerpo femenino. Apunta a establecer como prioridad que mujeres y hombres comprendan que una sociedad nunca será sana mientras haya seres humanos en compra y venta.
La acción consistió en instalar miles de metros de cinta de embalaje trasparente con recortes de anuncios de sexo de periódicos, revistas, publicidad diversa. Cada equis metros se colocaron palabras impresas sobre papel blanco y claramente legibles: autoestima, igualdad, paridad, empoderamiento, respeto, amor, libertad, justicia, felicidad, ternura, coeducación, salud, etc. Con dichas cintas entrelazadas laberínticamente en el espacio, a modo de escenas de crimen, se interrumpía el paso de las personas. Los laberintos mostraban fragmentos de anuncios de sexo para relacionar la explotación sexual, la prostitución, la publicidad sexista, el discurso patriarcal sobre las mujeres. Un laberinto que impide el crecimiento equitativo de las mujeres. Las palabras representan la posibilidad de ejercer acciones para romper la estructura laberíntica: por ahí debemos cortar por lo sano.
Comenzó en Rosario, Argentina, el 25 de noviembre de 2008, coordinada por el Grupo de Investigación sobre Trata de Mujeres y Niñas en Argentina, coordinado por Micaela Fernández Darriba, Marina Gutiérrez y Mariaconcetta Patti. Tuvo el apoyo de la Revista Virtual de Xénero Foeminas, el Centro de Investigación y Acción en Derechos Humanos y Desarrollo (CIADHUD), la Secretaría de Extensión y Relaciones de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario. Se replicó en Santa Fe y Posadas en Argentina y en Providencia, Chile.